APNEA

El público entra en la sala mientras un grupo de
jóvenes espera allí en escena. Son casi 20 intérpretes atentos en el escenario.
Desde allí surgirá un efecto sorpresa que se vale de un gesto contagioso como la
risa.

Luego de romper el hielo inicial mediante ese
contagio jocoso que comparten ambos lados de la propuesta –bailarines y espectadores-
continúa el desarrollo de esta performance de danza.

Se mueven juntos, en grupo, hasta que alguno se
aparta. Todos siguen al que se aparta. Situación que se repite varias veces.

Con un vestuario de calle, el grupo funciona
como un espacio de pertenencia juvenil donde todos parecieran compartir cierta
apatía por el medio. Un estado de aburrimiento que constantemente es quebrado
por la ocurrencia de alguno de ellos.

El transcurrir de la pieza se asemeja a una
clase o un ensayo. Hay un aire de espontaneidad e improvisación que en los
fragmentos coreográficos parecieran apostar más a  la diversidad que la técnica depurada.

Un grupo donde cada uno tiene su particularidad
pero ninguno goza de un protagonismo que lo destaque a propósito por sobre los
demás.

Entre ellos se generan momentos de unísono
irregular. Como  en la naturaleza con sus
constantes asimetrías, la armonía se expresa en la puesta de cada individualidad
dentro de la globalidad colectiva.

En las distintas secuencias coreográficas, los dúos
propuestos son  heterosexuales. Una
mirada que retoma ese ‘
pas de deux’  de la
danza académica tradicional.

También está presente el toque de humor a través
de juegos que rompen lo ficcional al aludir a cuestiones que tienen que ver con
la técnica, como el trabajo de iluminación, que vuelve a despertar su
motivación risueña y traviesa con la personificación del objeto lumínico. Allí
entra el mundo infantil de realismo mágico.

Los intérpretes construyen desde su propio
universo algo lúdico e informal. Una propuesta donde la energía fluctúa y esto
pareciera reflejar cierta desidia juvenil que se vuelve a activar. Donde la
fuerza motora anida en lo social, en lo grupal en sí y oscila entre el ámbito
de la danza y lo performático.

Apnea muestra un grupo de jóvenes que no tiene
un horizonte muy claro y definido, pero que está junto y propone.

Apnea es ese instante donde se retiene el aire
para explorar otras profundidades antes de soltar o volver a inspirar (se).

Qué: Apnea

Quién:
Intérpretes: Julieta Albornoz, Iván Asborno, Nicolás Baroni, Alegre Bartoli,
Luciana Brugal, Leandro Bustos, Luciano Cejas, Daniela Conti, Alfredo Oscar
Farias, Patricia Ferraro, Matías Furio, Gastón Gatti, Eli, Belén Ortiz,
Virginia Rossi, Andrés Avendaño Suarez, Nahuel Valenzuela, Vanessa Worsnop.- Músicos:
Alejandro Catarino, Karla Lucero, Leandro Rudak.- Diseño de vestuario: Mariela
Iturregui.- Diseño de escenografía: Elizabeth Restrepo.- Diseño de luces: David
Seiras.- Dirección de actores, Fotografía y Diseño gráfico: Luciano Crispi.- Asistencia
de dirección: Valeria Pessacg.- Prensa: Laura Castillo.- Coreografía y Dirección:
David Señoran.-

Dónde: Espacio Cultural Pata de Ganso.- Zelaya 3122 (Abasto) TEL. 4862-0209
Cuándo:
Sábado- 21:00 hs – 

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